Las dos palabrejas hacen referencia a la gente. A la gente
lisiada, claro. Por la primera ya se intuye que no hablo de la polio, ni de
lesiones medulares.
"Muletillas" son esas frases hechas a las que se recurre
cuando no se tiene nada que decir o se dice algo de puro trámite, o porque se
carece de imaginación, de lenguaje y de lectura. La muletilla es el apoyo
lingüístico necesario para una cojera de idea o un vacío de pensamiento y
discurso.
Ni el congreso de los diputados, ni el periodismo ramplón se
ahorran de parlamentarios y periodistas de discurso torpe y mentecatez
manifiesta. No hay político que interpelado por una cuestión comprometida no se
arranque por peteneras, ni periodista que no diga aquello de “la asignatura
pendiente” o si es suceso de muerte “la policía no descarta ninguna hipótesis o
todas las hipótesis están abiertas”. La muletilla, esa frasecita que sirve de
apoyo a alguna cojera leve, puede ser eufemismo de muleta y silla de ruedas
cuando se trata de un discursete entero de distracción. La bandera
nacionalista, Madrid o España es la muletilla preferida de políticos
conseguidores cuyo fracaso manifiesto de gestión “echa balones fuera” (he ahí
otra muletilla) culpabilizando al otro o sencillamente chantajeándolo: Si no me
dais esto o aquello enarbolo bandera; si no hacéis lo que conviene a este
gobiernín vosotros seréis los culpables… si gasté sin medida o “me lo llevé
crudo” (otra) y no me ayudáis España tendrá la culpa. Cuando se oye a un
político lo de “confío en la justicia y tengo la conciencia tranquila, o dimito
para no hacer daño a mi partido o exijo la presunción de inocencia” la
muletilla delata la pifia y descubre campos de desvergüenza o inmoralidad que,
en ellos, se nombran con palabras como cohecho, prevaricación o comisiones —un
pie para hacer leyes a puntapiés y otro para saltárselas con el mismo
procedimiento—. “Vaya morro” suele ser entonces la muletilla popular. La
desvergüenza y el cinismo pueden tener una expresión insuperable: cuando por
fin encarcelan al canalla sin que devuelva un euro y el escándalo termina,
entonces viene la muletilla que es el oxímoron con el que se salva todo.
Entonces los tertulianos que vivieron del escándalo dicen: “esta es la grandeza
de la democracia”… Pero las muletillas de los tertulianos son otra historia…
del Ruedo Ibérico. ¿Sabía usted que además del jamón existe en España el Ruedo
Iberico?