domingo, 3 de junio de 2012


INICI DEL CANTIC AL TEMPLE
"Ara digueu: "La ginesta floreix,
arreu als camps hi ha vermell de roselles.
Amb nova falç comenceu a segar
el blat madur i, amb ell, les males herbes".
Ah, joves llavis desclosos després
de la foscor, si sabíeu com l'alba
ens ha trigat, com és llarg d'esperar
un alçacment de llum en la tenebra!
Però em viscut per salvar-vos els mots,
per retornar-vos el nom de cada cosa,
perquè seguíssiu el recte camí
d'accés al ple domini de la terra.
Vàrem mirar ben al lluny del desert,
davallàvem al fons del nostre somni.
Cisternes seques esdevenen cims
pujats per esglaons de lentes hores.
Ara digueu: "Nosaltres escoltem
les veus del vent per l'alta mar d'espigues".
Ara digueu: "Ens mantindrem fidels
per sempre més al servei d'aquest poble".



Lo conoces sin duda: es la foto de don Salvador Espriu, desgraciadamente desaparecido hace años. Y sin duda conoces este bellísimo poema suyo. No sé si ya lo he comentado contigo en algún lugar fuera de lo virtual. Si sales al campo, te encontrarás de manos a boca con  la "genesta" la retama llena de botones de oro. Una auténtica lujuria  de primavera. Un increíble esfuerzo de la misma para conseguir una flor diminuta multiplicada millones de veces. La retama, la hiniesta, florece, y por todo el campo, el rojo de las amapolas. Tanto como cuesta clonar algo, y la Naturaleza no hace ninguna flor idéntica a otra. Un Dios vocea en el monte con todos los tonos del arco iris.
Para tus labios jóvenes  abiertos después de tanta oscuridad está escrito. "Si supierais que pesado ha sido esperar el levantarse de la luz en las tinieblas. Salvar las palabras para vosotros, para eso hemos vivido: para devolveros el nombre de cada cosa, para que sigáis el camino recto de acceso al pleno dominio de la tierra. Hemos contemplado la lejanía del desierto, hemos bajado al fondo de nuestros sueños. Secas cisternas  se convierten en cimas, levantadas por los escalones de las horas lentas. Decid pues ahora: -Escuchamos las voces del viento por el alto mar de la espiga. Decir pues ahora: -Nos mantendremos fieles para siempre al servicio de este pueblo.
¿No es hermoso? Y eso que he traicionado la economía de la palabra, el delicado conceptismo del poeta.
Por este poema y por este poeta al servicio de este pueblo bien se pueden perdonar las tonterías nacionalistas de unos cuantos voceros de conveniencia. La gloria de la siega, con hoces nuevas, la siega del trigo y con él las malas hierbas del campo. 
Date prisa amigo mío que las malas hierbas han proliferado mucho en tu vida. Yo ando cortando como puedo, pero me temo que me llevaré en el alma, mucha zarza, mucha mala hierba. Pero tú eres joven, date prisa te digo: escucha las voces del viento... ese que sopla en todos los puntos cardinales de tu alma y apresura la hoz del amor antes de que las malas hierbas dañen tu cosecha. No estoy seguro de que Espriu quisiera decirte esto, pero te lo digo yo. Date prisa,

3 comentarios:

  1. Comprendo la noble intención de tu postrero consejo, pero permíteme que disienta.
    La premura nos priva del camino y nos arroja precipitadamente a un desenlace de todas maneras ineludible. Hay que procurar no abarcar más que lo que amamos, pero eso sí, lentamente, para que cale en el sentir hasta empaparlo... como el orvallo. Amor: tiempo no medido.

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  2. Cómo se ve que eres joven, amigo. De repente la prisa aparece ante la amenaza de la sombra, de la tarde. Cómo se ve que desconoces la testarudez de las malas hierbas. Años llevo arrancando las de una huerta que tengo. De todos modos qué preciosa la definición de la hoz: tiempo no medido. O quizá suspensión del tiempo. Ya sé que el estoicismo es solución hermosa. Festina lente! La prisa, la actividad controlada pero urgente en el cuidado de lo que llamamos alma, no deja de ser para mí un imperativo categórico. A esa urgencia interior es a lo que llamo prisa.

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    1. Pues tienes razón, interpreté erroneamente esa urgencia que ahora comprendo.
      Respecto al alma -admitiendo su existencia y su, por así decirlo, carácter de última y más eleveda instancia espiritual, me pregunto si no sería esta, el alma, la que tendría que cuidar de nosotros y no al revés. No lo sé...

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