miércoles, 19 de septiembre de 2012

Arrodeo de la política





Todavía quedaba un brillo de aureola en todo lo que se llamaba izquierda. A la derecha sólo le queda el pertinaz insulto de “franquista” o “fascista”. (Fíjate con que sandeces marcha la política nuestra) Allá las putas, Rubalcaba y los ingleses. Pero eso sí. Todos se confiesan, ya con Julio Iglesias, digo, Pablo Iglesias, ya con José Mari Aznar, cuyo expediente de canonización está en Roma. Y todos podrían decir: me acuso padre/a de ser demócrato/a.
Que la democracia es el mejor de los regímenes, lo dicen todos… todos los que nunca hubieran alcanzado un suelto como el que tienen sólo por sentarse y apretar un botón.
Hemos llegado a estado tal, en que no hay forma de arrancar la máscara a los que tienen la desvergüenza de  confesarse de izquierdas o de derechas y afirmar su democratismo total. Se marchó don Francisco, pero no dejó resuelto como buen gallego si era o no fascista, si conocía o no, algún libro italiano que le ilustrase sobre el asunto. Y aquí seguimos tirándonos el título a la cabeza después de treinta años de confesarnos demócratas. Sólo cabría la recomendación educada de que recurran al cirujano facial.
No hay que engañarse. La máscara se ha vuelto rostro o, como dicen los chicos de la escuela, morro… (vaya morro). La comedia acabó pero la gente sigue sentada esperando porque falta el telonero. El escenario, desnudo tiene un fondo negro sobre el que se destacaba la acción, que no tenía guión, ni libreto, ni partitura. (Pepiño con su penetrante mirada y Bono con su mata de pelo, cruzan furtivamente el escenario y una mujer anciana, despelufada, vestida de colorines, pasa al olvido con andares de rigodón) Y sobre el fondo va apareciendo la imagen virtual de Rajoy fumándose un puro en su poltrona de Génova. Espera la caída de las nueces.
La crisis negada, aceptada y finalmente culpable ha descubierto el rostro feo de política. Que te congelen el sueldo o te lo escurran es culpa de la crisis. Mientras tanto muchos han empezado a andar con pies de Bono, digo de plomo. Cuando las barbas de Bono, digo de tu vecino veas pelar lárgate al paraíso fiscal.  Ya sé que todo puede superarse como en la canción de Leonard Cohen, ese endiablado jodío, digo judío, poeta del desaliento y la verdad, Chelsea hotel nº 2. “Bono, qué más da: somos feos, pero nos queda la música”. ¡Coño! A nosotros los jubilados, no nos queda de música más que la hincheta de boleros del hogar del pensionista. Y viene un abogado y me dice que no hay nada malo en hacerse rico y socialista. ¿Cómo que no? No hay nada malo para el tío pero sí para los que nos las prometíamos felices con el socialismo. ¡Bono y a mí qué! ¿Es que está prohibido ser mujer de socialista y rica? ¿Qué, también está prohibido? Sí, coño. Porque la riqueza brilla sobre la mugre, la cutrez y el paro de tanta gente votante y botante del socialismo.
Ya veremos cuando el jefe diga: -Basta. Luz sobre la pasta gansa de todos los pájaros que andan por los pasillos. Dies irae; el presi arqueará un poco más la ceja y lo cejará o cesará o dejará caer, como le pasó uno, que perdió el culo en el Cervantes para llegar a ministro de cultura y  el presi lo trincó porque tenía papo (el que non tien papu no ye guapu) y le faltaba glamour que significa hechizo. Porque no se necesita ni inteligencia ni cultura sino hechizo, que eso significa glamour. Hay que encantar y que el mundo parezca encantado a la gente hasta babear de placer. ¡Oh, el encanto de la Noria! Oh, el encanto de la Esteban!¡Oh gran hermano!
Pero en aquel día –quantus tremor est futurus- entonces el amor tomará la forma de la margarita: -“Te necesito / no te necesito./ Te quiero / no te quiero. Hale! A cascarla por ahí. Así terminará el auto o entremés o comedieta del arte.
¿Y del otro lado?
Del otro lado todo es un “parecer”: parece / no parece / es / pero no es. -Nada. Todo quedará en nada, como dice el pajarín valenciano. Puede que sea no, pero si sí, a ver si de una vez un sastre del Supremo le regala un traje a medida, y nos dejan en paz con el “presunto” que ya aburre. ¡Anda que también llegar tan lejos para terminar en presunto! Dos años más con el “presunto” por parte del PSOE para distraernos del timo de los cuatrocientos euros que sabíamos que nos los iban a pedir con creces, y entre los votantes del PP se puede producir pandemia suicida.

No. No estamos como en Grecia,  desde luego, aquí no tenemos el Partenón, pero los ciudadanos deberíamos de tener en cuenta aquel lema canalla de “cuanto peor, mejor” con la esperanza de que haya resurreciones.

-¡Socorro! (estoy llamando a mi cuñada que lo resolvería todo con unos cuantos escobazos) A ti que te quedó una pensión de caca ¿qué te parece?
-¿Que qué me parece qué?
-Pues eso. Lo de las jubilaciones de Mercasevilla, lo del ataque a los funcionarios y la criogenia de los jubilatas. ¿Qué te parece?
-Pues me parece que si los funcionarios tuvieran lo que hay que tener, deberían hacer la higa a la garrapatería sindical (que ella si que huelga o sobra o como se diga) cuando les convoca a huelga, y liarse a escobazos con la Administración y volver a aquello de: en el sueldo me engañasteis siempre, pero en el trabajo no me vais a volver a engañar. Y en cuanto a lo de los pensionistas... Ya. Ya le veo a Rubalcaba que, cuando habla de esfuerzo y sacrificio, mueve las manos como si pusiera sal a la salsa o echara de comer a pollos y pollas y gilitales/as. Si le cogiera yo, le iba a poner esa cabeza de tartufo que tiene y esa cara de pasillo vomitado, como un harnero. Eso.
-Y de los de enfrente ¿qué piensas?
-Pues qué voy a pensar. ¡Que  mucho defendernos ahora, pero mantendrán la congelación con la disculpa de que ellos no la legislaron y de que hay que sacrificarse para ver si entre todos, es decir, nosotros los de siempre, sacamos al país del atolladero, o afolladero que ya no sé lo que se puede hacer con este país.
Y en cuanto a que los andaluces exijan traductor al andaluz cuando uno fala catalán, me parece maravilloso. Porque así se da trabajo a muchos españoles. En Andalucía pedirán traductores del castellano al andaluz; en León, del castellano al lliunés; en Asturies del castellano al bable de Aller (que no es ayer con falta de ortografía sino un valle muy guapin que hay en Asturies); y en Taramundi del castellano al gallego y asturiano... y más aún: del catalán al valenciano y mallorquín y en Murcia, del castellano al panocho y en Extremadura del castellano al extremeño. Babayo seguramente viene de Babel y tontilipito, tontilindango o tontolculo viene de cualquier parte de este país de idiotas cuando se instala en algún sillón, cátedra o parlamento y olfatea dinero. ¡Ay, Señor! ¡Llévame pronto!

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