miércoles, 17 de octubre de 2012

Secuencia de la belleza y la muerte






No sé cual será su nombre científico, sé que volaba como los sueños, que era de oro y púrpura y que llegó fascinado a la flor de ibisco que estaba fotografiando. La blancura, las bellas palmeras en un rojo que vira al magenta, allí donde los pétalos se unen, el néctar dulce y transparente, como una golosina al alcance de su trompa, le hizo olvidar la cámara y me permitió fotografiarlo a placer, hundido él en el placer de la succión. Mas tarde volví a la flor y, al contemplar la tragedia ocurrida en mi ausencia, se me encogió el corazón y pensé: no abandones las cosas bellas porque la muerte acecha. Pero luego recordé cómo Platón enseñaba la filosofía como preparación de la muerte. Ο Πλατών ορίζει την φιλοσοφία ως μελέτη Θάνατου. Enseguida me serené. Por otra parte, parece ser que los quelíceros de la araña, instilan un veneno que anestesia y duerme. Sí, sí. Pero el insecto dorado y rojo era tan bello que sentí viva la catástrofe de la belleza. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario