martes, 13 de noviembre de 2012

Nosotros, aeronautas del espíritu


Todos esos pájaros atrevidos que vuelan hacia los espacios lejanos, cada vez más lejanos, llegará ciertamente un momento en que no puedan ir más lejos, en que se colgarán de un mástil o de un árido arrecife, felices todavía de encontrar ese miserable asilo. Pero ¿quién tendrá el derecho de concluir que no hay ya, ante ellos, una vía libre y sin fin y que han volado tanto, que ya no pueden volar más? Sin embargo, todos nuestros grandes iniciadores y todos nuestro precursores han acabado por detenerse y, cuando la fatiga se detiene, no toma las actitudes más nobles y más graciosas; ¡así será contigo y conmigo!
"¡Otros pájaros volarán más lejos!
Este pensamiento, esta fe que nos anima toma impulso, rivaliza con ellos, vuela cada vez más lejos, se lanza como una flecha por los aire, por encima de nuestra cabeza y de la impotencia de nuestra cabeza y, de lo alto del cielo, ve en las lejanías del espacio, bandadas de aves mucho más poderosas que nosotros, que se lanzarán en la dirección en que nosotros nos lazamos, hacia donde todo no es más que mar, mar, mar. ¿Adónde queremos ir nosotros? ¿Queremos remontar los mares? ¿Adónde nos arrastra esta pasión poderosa, que domina sobre toda otra pasión?¿Por qué ese vuelo perdido en esa dirección, hacia el punto donde, hasta hoy, todos los soles "declinaron" y se "apagaron"?¿Se dirá de nosotros, quizá, un día que, también nosotros, gobernando siempre hacia el oeste, esperamos alcanzar una India desconocida, pero nuestro destino era fracasar ante el infinito?
O que, amigos míos, o que... Aforismo final de "Aurora" de F. Nietzsche Edit. Aguilar. Pág.189 (traducción de Eduardo Ovejero y Maury) 
Un libro que termina con estas preguntas, bien puede llamarse optimista. No sé quién hablaba del pesimismo nietzscheano.

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